viernes, 30 de agosto de 2013

Pedantería o Cultura?

En los últimos días, he dialogado con muchas personas, de diferentes edades, estrato socio económico, nivel socio cultural, gustos musicales, etc...

Lo extraño, raro o gracioso, es que he encontrado un curioso punto en común...

Todos, o por lo menos una GRAN mayoría, (ojo a las mayúsculas) presumen, (y de una forma que llega a caer en el ridículo), haber leído libros, escuchado música y observado películas.

Esto no tendría nada de malo, salvo que tras dos o tres comentarios... ES OBVIO que de estas obras, si acaso conocen el titulo...

Podría llegar a creer que en algunos casos es necesario... hace unos meses tuve que sufrir la mala fortuna de realizar entrevistas para la contratación de una docente de ESPAÑOL Y LITERATURA... ni a Tomas Carrasquilla habían leído... pero debían hacer creer que si, para obtener el empleo...

Sera que esto es solo de mi querida patria?...

Por eso realice esta pequeña lista de los 10 libros, las diez películas y las diez obras o compositores musicales mas "chicaneadas" entre las personas con las que me relaciono, pero que he detectado ni siquiera conocen... sirva la lista para recomendarlas a los lectores de este blog... ojo no son mis favoritos, ni nada por el estilo, son las que mas me han chicaneado...

Ah, y si desean en comentarios añadir alguno a la lista, que cumpla ambas condiciones (ser presumida por quien quiere dárselas de culto y que usted considere es muy buena para que nos la perdamos) adelante... comente...


                 LIBROS                               PELICULAS                                         OBRAS MUSICALES
1.       La historia sin fin.                  Tesis                                               Las cuatro estaciones
2.       1984                                    La vida es bella                               Sonata claro de luna
3.       La biblia                               El violinista en el tejado                   La flauta mágica
4.       El Quijote                             La lista de Schindler                        Dbussy                               
5.       La insoportable                     El padrino                                       Dvorak
       levedad del ser                                                             
6.       El péndulo de                        La naranja mecánica                      Paganini
       Foucault                                                                            
7.       Fausto                                  American history X                         Facundo Cabral
8.       Hamlet                                  Pulp fiction                       
9.       Cien años de soledad            La sociedad de los                         Chico Buarque
                                                          poetas muertos

10.   Asi hablo Zaratustra              Trainspotting                                   Jazz y Bluess

lunes, 26 de agosto de 2013

Uno de los mejores poemas de amor que he leído...

El poeta estadounidense Neil Hilborn me impacto con un poema llamado T.O.C. sigla de Trastorno Obsesivo Compulsivo, enfermedad que él padece).
En el poema, describe una imagen dolorosa pero hermosa de lo que significa tener una relación y el T.O.C.
lo peor (o lo mejor), aun no lo se, es que lo que le ocurrió a el, no se debe a su padecimiento... simplemente así son la mayoría de las mujeres cuando sienten que su pareja las esta haciendo parte de su vida....


T. O. C.
La primera vez que la vi…
Todo en mi cabeza se silenció
Todos los ticks, las imágenes constantes desaparecieron.
Cuando tienes trastorno obsesivo compulsivo en realidad no tienes momentos callados.
Incluso en la cama estoy pensando:
¿Cerré las puertas? Sí
¿Me lavé las manos? Sí
¿Cerré las puertas? Sí
¿Me lavé las manos? Sí
Pero cuando la vi, la única cosa en la que pude pensar fue en la curva de la horquilla de sus labios.
O la pestaña en su mejilla–
La pestaña en su mejilla–
La pestaña en su mejilla.
Sabía que debía hablar con ella
La invité a salir seis veces en treinta segundos.
Ella dijo que sí después de la tercera,
pero ninguna de las veces que pregunté se sintió bien así que tenía que seguir haciéndolo.
En nuestra primera cita,
pasé más tiempo organizando mi comida por colores de lo que pasé comiéndola o hablando con ella.
Pero le encantó.
Le encantaba que tuviera que besarla para despedirme 16 veces, o 24 si era miércoles.
Le encantaba que me tomaba todo el tiempo caminar hacia casa porque había muchas grietas en la banqueta.
Cuando nos mudamos juntos ella dijo que se sentía segura,
como si nadie nos fuera a robar porque definitivamente había cerrado la puerta 18 veces.
Yo siempre veía su boca cuando hablaba–
Cuando hablaba–
Cuando hablaba–
Cuando hablaba–
Cuando hablaba;
Cuando me dijo que me amaba, su boca se curveaba hacia arriba en los bordes.
En la noche ella se acostaba en la cama y me veía apagar todas las luces, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas.
Ella cerraba los ojos y se imaginaba que los días y las noches pasaban frente a ella.
Algunas mañanas empezaba a besarla para despedirme y ella sólo se iba porque estaba haciéndola llegar tarde al trabajo.
Cuando me detenía en las grietas de la banqueta ella seguía caminando.
Cuando me decía que me amaba su boca era una línea recta.
Me dijo que estaba tomando mucho de su tiempo.
La semana pasada empezó a dormir en casa de su madre.
Me dijo que nunca debió dejarme apegarme tanto a ella; que todo esto fue un error,
pero… ¡¿Cómo podría ser un error que no tenga que lavarme las manos después de tocarla?!
El amor no es un error y me está matando que ella pueda salirse de esto y yo no.
No puedo–
No puedo salir y encontrar a alguien nuevo porque siempre pienso en ella.
Usualmente, cuando me obsesiono con algo, veo gérmenes escabulléndose en mi piel.
Me veo a mí mismo siendo atropellado por una infinita línea de coches.
Y ella fue la primera cosa hermosa en la que alguna vez me he estancado.
Quiero despertar todas las mañanas pensando en la manera en la que agarra el volante.
Cómo mueve las manijas de la regadera como si estuviera abriendo una caja fuerte.
En cómo sopla las velas–
cómo sopla las velas–
cómo sopla las velas–
cómo sopla las velas–
cómo sopla…
Ahora sólo pienso en quién más está besándola.
No puedo respirar porque él sólo la besa una vez­– ¡No le importa si es perfecto!
La quiero de regreso tanto que…
Dejo la puerta sin cerrar.
Dejo las luces prendidas”.

jueves, 22 de agosto de 2013

Las mujeres utilizan los hombres para enamorarse de sí mismas por persona interpuesta.

Jamás pude bastarme a mí mismo, y hoy menos que nunca. Es sorprendente, ¿verdad? 

Los hombres, creo yo, sólo fingimos no estar solos, porque siempre estamos solos.
El problema es que solo se percatan de ello cuando ven cómo son absorbidos por su grupo social.

¿O seran precisamente las uniones, las sociedades, las religiones, los Estados, pruebas de una soledad infinita?

Hoy en día todas las mujeres son guapas a primera vista. Porque todas saben ocultar sus defectos.

El trabajo consiste en despojarlas de los lentes de contacto de color, las pestañas falsas, el exceso de labial, los vestidos negros que adelgazan, la ropa que comprime, los Wonderbra que desafían a Newton, las liposucciones, las rinoplastias y el ácido hialurónico que se inyectan en los labios desde los 15 años.

El fracaso amoroso en el hombre provoca estados tragicómicos. Quien evita los clásicos remedios -alcohol, drogas, prostitución- se sumerge en un complicado estado depresivo.

He visto a hombres pasar semanas sin abandonar de hecho su cama en un intento de dormir para olvidar.

He visto a hombres marcar todos los números femeninos de su agenda de teléfonos buscando otra mujer para olvidar.

He visto a hombres volcarse en la literatura y el cine como si la historia de otros ayudara a olvidar.

He visto a hombres gritar un nombre de mujer por la ventanilla de un coche a toda velocidad resueltos a buscarla para olvidar.

Todo ello en una lucha sin cuartel, y pérdida de antemano, para evitar la gran derrota de su ego.


Las mujeres utilizan los hombres para enamorarse de sí mismas por persona interpuesta.