miércoles, 15 de noviembre de 2017

Yo soy el malo

Yo soy el malo porque no valoro el fin, pero si valoro el medio...
Porque prefiero trabajar por trabajar y no por cobrar...
Y luego de haber cobrado comprar un par de películas, o un libro en una librería de usados, porque para eso me alcanza luego de darle todo a los que todo debo dar...
Yo soy el malo por pensar que en este mundo los únicos que leen son los reproductores de DVD y no las personas...
Yo soy el malo por responder preguntas retóricas con sarcasmos, y comentarios sarcásticos con preguntas retóricas...
Yo soy el malo por haber mencionado –en mis días de menos lucidez (Si es que tengo días de lucidez)- que hubiera sido mejor no nacer en vez de vivir así. Como un maldito hijo-de-su-grandísima-regenteada-progenitora...
Yo soy el malo por refutarle al mundo y pensar que no es mi obligación retribuirle a mis padres lo que ellos han hecho por mí, que en lo que respecta a ellos soy un ser independiente y libre y que lo que haga con mi vida solo a mí me concierne y no a ellos, que no tengo por qué esforzarme con la idea de comprarles una casa cuando tenga éxito (Podría decir “si tengo éxito”, pero también soy el malo por eso, porque no pienso decirlo)...
Yo soy el malo por apreciar más a aquellos que no se traicionan a sí mismo en vez de aquellos que no se atreven a traicionar...
Yo soy el malo por decir que la persona a la que más quiero en este mundo no soy yo, y ni siquiera podría incluirme en el decálogo “Personas a las que más quiero”...
Yo soy el malo que dice que no le interesa hacer dinero y que vive con esa idea poco respetada entre los círculos familiares, políticos, profesionales, y hasta de amigos...
Yo soy el malo por tener la misma esperanza que un octogenario cuando me preguntan cuál será el rumbo de la humanidad “¡Está condenada a su auto exterminación y no hay nada que se pueda hacer!”...
Yo soy el malo cuando me preguntan cuál sería una buena solución a los problemas, y se me viene a la mente decir: “Tirar una bomba nuclear en medio de la Plaza de Bolívar o aparearse entre todos, a ver si la genética actúa y de tanto tarado nacen seres más inteligentes”...
Yo soy el malo cuando me doy cuenta de que estoy resentido con esas trescientas y pico de mujeres que me aceptaron y luego me rechazaron y que después desfilaron por mi patíbulo diciendo “Eres lindo, pero no sé…” (Nunca un eres horrible), sin embargo, considero que eso me hubiese hecho más triste pero menos intranquilo, esa respuesta me hubiese dejado sin la posibilidad de tratar de buscar respuestas en donde no las hay...
Yo soy el malo porque me atrevo a recordar cosas que tú ya enterraste...
Yo soy el malo porque creo que la memoria es un mayor privilegio que el “seguir adelante”...
Yo soy el malo porque guardo secretos –todos lo hacemos-, pero yo soy el malo porque digo que los estoy guardando y no los pienso contar...
Yo soy el malo porque deseo a la mujer de mi prójimo, todos lo hacemos, pero yo soy el malo...
Yo soy el malo porque creo que tu eres una posibilidad en mi vida, pese a que todo y todos me gritan que no, que estoy por fuera de tu mundo y que no debo interferir de ninguna forma en tu vida...
Yo soy el malo porque pienso que los malos son los demás...