¿Te has preguntado por qué se pusieron tan mal las cosas? Yo sí...
Todo el rato.
Verás, no creo que los responsables sean los "malos"...
Ellos sólo son un reflejo de nuestra apatía...
Nuestra codicia...
Nuestro miedo.
Torcemos la vista cuando todo apesta...
Nos refugiamos en el trabajo. Devoramos propaganda disfrazada de ocio...
El mensaje nunca cambia: no pienses, no cuestiones...
¿Y qué le pasa a una sociedad que se abandona?...
Se pudre...
Se llena de mentirosos, hampones y matones...
Por todas partes...
Y el ejecutivo en su oficina no es mejor que el jibaro de la esquina...
Uno y otro luchan por ganar... Por conseguir...
A toda costa...
Antes... Hace años.
Sumábamos esfuerzos a una causa en común. Cuidábamos unos a otros. Nos protegíamos.
Buscábamos amparo frente a la oscuridad y a lo que vivía en ella.
La unión era el progreso. Ahora... todo ha cambiado. Idolatramos la competitividad. Construimos murallas, defensas en torno a nosotros...
Luchamos. Traicionamos. Nos hemos convertido en aquello que temíamos...
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