Este año fui balanza,
buscando equilibrio entre lo que doy y lo que recibo,
entre el amor que comparto y el que me debo a mí mismo.
Entendí que no siempre debo,
Este año fui búsqueda,
Este año fui balanza,
buscando equilibrio entre lo que doy y lo que recibo,
entre el amor que comparto y el que me debo a mí mismo.
Y es que en el bar de tus caderas, me servias pecados dobles.
tequilas sin hielo, sin sal ni limon, y cuando no, servias varios rones.
Tu cuerpo era un concierto de rock para llenar mi alma
con el ruido de guitarras rotas que colmaban nuestra cama.
Inhalaba el humo de nuestros cigarros y de tu risa
mezcla de incendio, fuerza y paz sin prisa.
y entre los escombros de los besos que te robaba
descubria la vida, que no sabia que me faltaba.
Te desnudabas como conjugando el verbo huir
como quien sabia de antemano que todo iba a morir.
Y que el placer era un contrato con clausulas de locura
como quien sabia que el amor es una fabula que no dura.
Eso si, ¡ay! ame la firma de tus uñas en mi espalda
cuando accedias a sucumbir ante mi pasion desesperada.
Y me quede con el aroma de tu despedida
con tu perfume grabado para toda la vida.
Ese perfume que me hacia creer que podrias estar enamorada
de que el pecado vale más... mucho más, que la culpa callada